Esto implica aceptar de manera racional la situación y entender que algo importante y doloroso ha ocurrido en nuestra vida. La respuesta más habitual es negar lo que está pasando, y no querer entender que las cosas han sucedido así. Por tanto, en este punto, lo más saludable es desahogarnos y compartir nuestro dolor con amigo/as y personas allegadas. De esta forma, nos adaptaremos poco a poco a la situación hasta aceptar nuestra nueva realidad.
Esto significa analizar las consecuencias que la ruptura tiene para nuestra vida. A partir de ahora, tendremos que aprender a enfrentar la soledad, el temor a no encontrar a nadie igual, temor al “ que dirán ”, los planes se derrumban, comenzar de nuevo, y la abstinencia sexual. A partir de este momento tenemos que ir reconstruyendo nuestro futuro y llenarlo de aquello que queremos en nuestra vida, contando con el apoyo de la gente que nos quiere y nos aprecia.
Aunque sintamos que nuestro mundo acaba, esto no es cierto. La vida y el mundo continúa y poco a poco irás viendo como te vas encontrando mejor y como te vas sobreponiendo al desamor. Es normal entrar en crisis emocional y sufrir mucho dolor. Pero también es cierto, que todo el sufrimiento que sientes ahora es temporal y que poco a poco pasará y un día, sin saber cómo ni por qué, te verás a ti mismo/a mucho mejor de lo que esperabas y todo este dolor quedará atrás.
En medio del caos personal, es necesario encontrar a alguien cercano que nos ayude a normalizar nuestros sentimientos y pensamientos. Esto no implica saturar al que escucha de quejas sobre la pareja. En vez de eso, escuchar otras opiniones y ser receptivo a ellas, tratando de esta manera de encontrar coherencia en la situación.
Se debe tener extremo cuidado con esta respuesta conductual. En situaciones de crisis, la mente tiende a “catastroficar ”, sumiéndose en pensamientos de túnel que no dejan ver alternativas, ni le dan espacio a la mente para e valuar la situación real.
6. No recurrir a la victimización:
El pobre de mí, es el pensamiento preferido del desdeñado sentimental. Esto viene acompañado de representaciones conductuales de “ depresión ”. Acepta otras formas de entender lo que ha pasado y motívate para seguir adelante. Seguro que vas a superarlo.
Este enfoque nos dice que ante esos eventos debemos entender que: La vida no es justa, no siempre obtenemos
lo que queremos y deseamos, somos seres egoístas por naturaleza, cada persona es diferente, no somos dueños de nadie, la felicidad se vive en fragmentos y no es un estado continuo.
8. Entender que las parejas cambian:
Significa que las relaciones de pareja evolucionan por fases determinadas por la evolución y crecimiento
individual de los miembros. No se puede esperar que el otro se comporte siempre como al principio. La verdad es que cambiamos de acuerdo a las experiencias, y esto es un hecho inevitable. Por tanto, muchas veces las
parejas jóvenes terminan porque los intereses individuales no concuerdan.
9. Asimilar el proceso de duelo:
Si hay ruptura de la pareja, va aparecer el dolor y el sufrimiento. Si no hay solución, mientras más se resista al hecho, más sufrimiento habrá. Si se da la aceptación, el sufrimiento disminuirá y la persona podrá seguir su vida a traspié, en tanto recupera su ritmo normal; y así el ciclo comienza de nuevo.
Si estás atravesando una ruptura y te cuesta aceptar y entender la situación, nuestro equipo de psicólogos puede orientarte durante esta crisis vital. Puedes ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos mediante consultas de psicología por Skype, online o de forma presencial.
Hola buenos días, yo tengo un problema. Conocí a un chico hace dos meses y casi sin saber nada ninguno del otro empezamos a salir. Todo iba de maravilla, hasta que él empezó el curso en enero y desde entonces apenas tiene unas horas para vernos ni los fines de semana. Yo hago todo lo posible, voy a donde el me pida con tal de pasar un rato juntos pero aún así tiene otras obligaciones. Esta semana decidimos quedar para hablar del tema y siempre termina poniéndome alguna excusa para alargarlo más. Ya no se si presentarme en su casa directamente o desaparecer de su vida sin decir nada.
Sé que el lo esta pasando mal por la ajetreada vida que lleva pero no se si se da cuenta que el también me hace pasarlo mal a mi.
Yo solo siento que es el hombre de mi vida, pero nos hemos conocido en el momento equivocado y siento mucha rabia e impotencia. ¿Qué hago?
Muchas gracias por compartir con nosotros tu situación.
Es normal que cambien las relaciones a medida que se introducen nuevos hábitos o rutinas, pero si el sentimiento permanece, cualquier obstáculo se puede solventar.
Puede que evite tener conversaciones incómodas porque le cueste manejar emociones negativas. Piensa que tú también tienes derecho a tener y expresar tus opiniones y sentimientos. Haz todo lo posible por encontrar el momento de hablar con él como estás haciendo, y después, toma la decisión que veas mejor en función de lo que habléis.
Un abrazo y espero que la situación se resuelva de la mejor manera posible.