En la mayoría de los hogares vivimos conectados a las nuevas tecnologías y al uso de smartphones y redes sociales. Nos facilitan la vida, nos mantienen conectados, pero ¿quién no ha escuchado o participado en conversaciones en las que de una forma u otra se critica el abuso de estas herramientas? Y sin embargo, la tendencia continúa y cada vez la adicción a internet y a las redes sociales está más extendido entre jóvenes y adultos. ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo podemos controlarlo?
Mucho antes de que las redes sociales y los smartphones absorbieran nuestro tiempo y nuestros hábitos sociales, ya se investigaron los síntomas de la adicción a Internet. En concreto Goldberg, I. en 1995 ya estableció los criterios diagnósticos de la Adicción a Internet e incluso creó un grupo de adictos anónimos para que se apoyasen entre ellos y reconocieran su problema. A partir de ahí, numerosos autores evaluaron esta nueva adicción psicológica y se establecieron criterios de evaluación y tratamiento de esta nueva psicopatología.

¿Cómo se genera la adicción a las redes sociales?
Hoy día, con el uso de las redes sociales, aumenta el riesgo de adicción entre la población normal debido a la gran interferencia que tiene en nuestras rutinas diarias.
Gustavo Entrala, experto en la materia, cofundador y CEO de la agencia 101, describe las principales razones por las que enganchan tanto las redes sociales:
- Las redes sociales permiten relacionarse con otras personas con tan solo apretar un botón. Pero el peligro que genera es que estas relaciones son rápidas y superficiales y dificultan el desarrollo de habilidades sociales adecuadas.
- En las redes sociales solo proyectamos lo positivo: lo bien que nos lo estamos pasando montando a caballo, en la playa, las foto de una buena mariscada…
- Producen una sensación de gratificación muy rápida. Yo escribo e inmediatamente hay una respuesta. Ese «feedback» produce un estímulo muy positivo. En facebook, por ejemplo, no existe el botón de «no me gusta», lo que implica que los estímulos que uno recibe serán casi siempre positivos.
- El teléfono, el ordenador… son todos ellos dispositivos que nos obedecen. Basta con teclear unas letras y apretar un botón para conseguir exactamente lo que queremos en el aquí y el ahora. La gratificación es instantánea.
- Conllevan un reconocimiento personal. El ser humano, por naturaleza, anhela sentirse querido, interesante, que le miren y observen y ese sentimiento en las redes sociales se obtiene multiplicado por infinito. Si uno ha tenido un mal día y está de bajón, se conecta a las redes y compensa esa frustración con la sensación de popularidad en las redes.
- Al usuario le hace sentirse activo mientras realiza una labor de investigación, busca información, responde mensajes, publica mensajes, fotos… aunque, en realidad, no esté haciendo nada útil de verdad.
¿Cómo podemos controlar el uso de las redes sociales?
Todos podemos conseguir utilizar las redes sociales de forma más racional, estimular relaciones sociales y beneficiarnos de vivir las experiencias de forma más global.
Para ello, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Proponte cambiar tus rutinas para usar durante menos tiempo el móvil o abrir las aplicaciones de tus redes sociales. Ejemplo: si sueles mirar el móvil justo antes de dormir, abre un libro en ese momento. Y espera un poco a que disminuyan tus ganas de
- Si estás haciendo algo o hablando con alguien, proponte no interrumpir la tarea o la conversación aunque hayas recibido una notificación en tu móvil. Tu prioridad es la tarea del presente. Esto te ayudará a tener más autocontrol de la situación y de tus emociones. Si es algo urgente, te llamarán o insistirán.
- Evita grupos de whatsapps en los que sientes la necesidad de responder automáticamente a todo lo que se diga… Especialmente en grupos muy numerosos. Nadie puede estar respondiendo y leyendo el 100% de las conversaciones, a no ser que eso sea lo único a lo que dedicas tu tiempo.
- Recuerda aquellos tiempos en los que esperábamos una carta durante días o en los que quedábamos en un lugar concreto a una hora concreta y no pasaba nada. Nadie se moría por no tener una respuesta aquí y ahora.
- No dejes que las nuevas tecnologías te controlen. Que seas tú quien controle a ellas.


Desconectados: 15 días sin redes sociales
Desconectados es un experimento donde dos jóvenes se desconectan completamente de sus redes sociales durante dos semanas. Ambos sujetos deben continuar su vida con normalidad, para así encontrar (o no) las dificultades de no tener internet en el dispositivo móvil o no poder acceder a sus cuentas en las redes al llegar a casa. Cada día, deberán narrar su experiencia a través de un vídeo que será analizado por un equipo de expertos: un sociólogo y una psicóloga que sacarán conclusiones desde un punto de vista social y emocional respectivamente.
Trackbacks/Pingbacks