Según el libro DSM-IV-TR, una persona podría tener un trastorno esquizotípico de la personalidad si sufre los siguientes síntomas:
Desadaptación social y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como interpretaciones de la realidad muy subjetivas y excentricidades del comportamiento, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos.
Algunas caracteríticas típicas serían:
- Ideas de referencia (creer que todo tiene que ver con él/ella)
- Creencias raras que influye en el comportamiento y no es consistente con las normas culturales (p. ej., superstición, creer en la clarividencia, telepatía o sexto sentido; en niños y adolescentes, fantasías o preocupaciones extrañas)
- Experiencias perceptivas raras, incluidas las ilusiones corporales
- Pensamiento y lenguaje raros (p. ej., vago, circunstancial, metafórico, sobreelaborado o estereotipado)
- Suspicacia o ideación paranoide
- Escasa o inapropiada expresión emocional
- Comportamiento o apariencia rara, excéntrica o peculiar
- Falta de amigos íntimos o de confianza aparte de los familiares de primer grado
- Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que tiende a asociarse con los temores paranoides más que con juicios negativos sobre uno mismo.
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