Según el libro diagnóstico DSM-IV-TR, una persona padece trastorno límite de la personalidad si se cumplen los siguientes criterios:
Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, y una notable impulsividad, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican las siguientes características.
- Esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado.
- Relaciones interpersonales inestables, e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación
- Alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable
- Impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (p. ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida).
- Comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o hacerse cortes en la piel.
- Inestabilidad afectiva debida a rápidos cambios en el estado de ánimo (p. ej., episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez unos días)
- Sentimientos crónicos de vacío
- Ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes)
Consulta presencial: