El tabaco es una droga estimulante del sistema nervioso central.
Uno de sus componentes, la nicotina, posee una enorme capacidad adictiva, y es la causa por la que su consumo produce dependencia.
Además, el consumo del tabaco cada vez tiene más connotaciones negativas en nuestra sociedad.
Tal vez sea un buen momento para empezar a plantearte reducir o eliminar el consumo. Si es así, podemos ayudarte a superarlo aplicando técnicas eficaces.
Enfermedades relacionadas con el tabaco:
- Bronquitis crónica.
- Enfisema pulmonar.
- Cáncer de pulmón.
- Hipertensión arterial.
- Enfermedad coronaria (angina o infarto de miocardio).
- Accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragias o embolias).
- Úlcera gastrointestinal.
- Gastritis crónica.
- Cáncer de laringe.
- Cáncer bucofaríngeo.
- Cáncer renal o de vías urinarias.
- Impotencia sexual en el varón.
Riesgos adicionales en las mujeres:
- La probabilidad de padecer un infarto se multiplica por 10 en las mujeres que fuman y utilizan anticonceptivos orales.
- Entre las mujeres fumadoras, la menopausia se adelanta una media de entre 2 y 3 años con respecto a las mujeres que nunca han fumado.
- Aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.
Abstinencia de nicotina
Según el DSM-IV-TR, al dejar de fumar los síntomas de abstinencia de nicotina serían los siguientes:
1. Consumo de nicotina durante al menos algunas semanas.
2. Al interrumplir o disminuir la cantidad de nicotina consumida, se dan algunos de los siguientes síntomas:
- Estado de ánimo disfórico o depresivo
- Insomnio
- Irritabilidad, frustración o ira
- Ansiedad
- Dificultades de concentración
- Inquietud
- Disminución de la frecuencia cardíaca
- Aumento del apetito o del peso
3. Estos síntomas provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad de la persona.
4. Los síntomas no se deben a otra enfermedad.
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