Hay niños que se relacionan con los demás y entienden el mundo de manera diferente a como lo entienden la mayoría de las personas.
Es importante saber entenderles y comprender sus limitaciones para poder desarrollar sus habilidades y conseguir que se adapten a su entorno de la mejor forma posible.
Según el DSM-IV-TR, el trastorno de Asperger podría detectarse teniendo en cuenta los siguientes rasgos:
Dificultades en las relaciones sociales
- Importante alteración en la conducta no verbal como contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos en las relaciones interpersonales.
- Incapacidad para desarrollar relaciones adecuadas con compañeros de su edad y nivel de desarrollo.
- No comparte sus intereses, ni enseña cosas que le gustan a personas queridas o de su entorno.
- Ausencia de expresión emocional.
Conducta repetitiva
Su comportamiento, sus intereses y actividades son repetitivos y estereotipados, como indican las siguientes características:
- Muestra obsesión y preocupación por cosas fuera de lo habitual
- Sigue rutinas poco comunes de forma inflexible.
- Sacude o gira las manos o dedos, o realiza movimientos complejos de todo el cuerpo de forma espontánea y estereotipada.
- Se preocupa mucho o se obsesiona con algunas partes de los objetos
- El trastorno produce desadaptación social, familiar o laboral.
Diferencias entre el Trastorno autista y el Asperger:
- En el Asperger no hay un retraso en el lenguaje.
- En el Asperger, no hay retraso en el desarrollo propio de la edad, ni en la curiosidad acerca del ambiente durante la infan
Consulta presencial: