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Terapia racional emotiva

El objetivo de esta técnica es lograr que el paciente maneje sus emociones, y que empiece a sentir emociones más adaptativas para ajustarse mejor a las circunstancias. En definitiva, esta técnica consiste en buscar alternativas al pensamiento irracional que es el que provoca emociones negativas, intensas y de larga duración, para empezar a sentir emociones más fáciles de manejar.

De esta forma, con la ayuda del terapeuta, el paciente aprenderá a debatir su propio pensamiento, siendo capaz de generar emociones más adaptativas ante las mismas circunstancias y por tanto, lograr su objetivo de ser más feliz consigo mismo y con lo que le rodea.

¿Cómo reconocer los pensamientos irracionales?

Bajo esta teoría se entiende que ante una determinada circunstancia, son irracionales todos aquellos pensamientos o autoverbalizaciones que:

  • Le producen sentimiento o emoción negativa de fuerte intensidad y de larga duración.
  • Todos los pensamientos que exageran las consecuencias negativas de una situación o acontecimiento. Los pensamientos que van acompañadas de palabras como: “horrible”, “terrible”,  “insoportable”, etc.
  • Aquellos que reflejan demanda y obligaciones no reales sobre uno mismo y los demás. Los      pensamientos que van acompañados de “debería”, “tendría que…”, etc.
  • Las creencias o pensamientos sobre las necesidades que son requeridas para ser felices o      sobrevivir. Los pensamientos que van acompañados de “necesito”
  • Los pensamientos rígidos y absolutistas. Pensamientos que son acompañados de palabras como: “todo”,      “nada”, “nunca”, “siempre”.

 

El paciente aprende a identificar sus pensamientos irracionales y posteriormente se debaten para empezar a manifestar autoverbalizaciones o pensamientos más racionales que le ayuden a adaptarse mejor a sus circuntancias y a sentirse mejor consigo mismo.

El pensamiento racional se caracteriza por ser evidente, verificable, consistente con la realidad, está apoyado sobre datos. No es absolutista, sino que se expresa en términos deseo: “me gustaría…”, “preferiría…”. No está planteado en términos de necesidad.

Por tanto, el pensamiento racional es aquel que produce emociones moderadas, de baja intensidad, poca duración, en consonancia con el acontecimiento activador de dicha emoción. Es por esto por lo que ayuda a conseguir las metas y son facilitadores de la acción.