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En nuestra cultura y especialmente ahora que llega el calor, ¿a quién no le apetece echarse un sueñecito justo después de comer? ¿Conoces los beneficios de esta costumbre tan popular en España?


¿Cuáles son los principales beneficios de la siesta en la mente?

 La siesta a nivel psicológico tiene numerosos beneficios. Algunos de ellos tienen que ver con el aumento de la capacidad para mantener niveles altos de concentración y atención, lo que puede mejorar el aprendizaje por aumentar la disposición previa a recibir información y a elaborarla con mayor agilidad mental y creatividad. También ayuda reducir los niveles de estrés, por lo que mejora la capacidad para tomar decisiones eficaces, disminuyen las preocupaciones y con ello aumenta las emociones positivas, el buen humor y la sensación de bienestar.
 

¿La siesta es un instinto natural o es una tradición cultural?

Por un lado, está demostrado que existe un mayor cansancio justo después de comer, especialmente en verano cuando hace mucho calor y tras comidas copiosas. De esta forma, existe de manera natural una disminución en la capacidad de atención y concentración y un aumento de la somnolencia debido a que la concentración de riego sanguíneo disminuye en el cerebro y aumenta en el estómago para realizar el proceso digestivo.
 
Por otro lado, en nuestro país, se han respetado los ritmos biológicos de las personas creando una herencia cultural de generación a generación que es la típica siesta que tantas personas realizan cada día.
 

¿Los trastornos del sueño están relacionados con la necesidad de siesta?

Una persona que padezca un trastorno del sueño, no solo necesitará siesta, sino que el día entero lo pasará en un estado de somnolencia, pudiendo dormirse en momentos inapropiados durante sus estudios, el trabajo, en el transporte público y especialmente peligroso sería la somnolencia al volante. De este modo, podría tener consecuencias y limitaciones en su calidad de vida.

En cambio, una siesta excesivamente larga o a horas muy tardes podrían dificultar conciliar el sueño durante la noche. De forma puntual, no tendría por qué generar en patología, pero un mal hábito mantenido en el tiempo podría dificultar la conciliación del sueño y con ello generar un trastorno del sueño

¿Una siesta mejora nuestra concentración y nuestra eficacia?

Si. Está demostrado que la sensación de descanso y de reparación mental de la siesta ayuda a mejorar nuestros recursos atencionales, por lo que mejora nuestra concentración y nuestra eficacia.

¿Afecta a nuestra concentración y aprendizaje igual una siesta corta de 20 o 30 minutos que una larga?

La siesta mejora los niveles de atención, concentración y agilidad mental cuando es como máximo de 30 minutos, por lo que facilitaría el aprendizaje en una primera fase de predisposición positiva para recibir la información y elaborarla de forma creativa y eficaz.

No obstante, la segunda parte del aprendizaje tiene que ver con el almacenamiento de la información. Para que la información recibida y elaborada pase a la memoria a largo plazo el sueño debe ser profundo y entrar en la fase REM, lo que requiere al menos una hora de sueño. Por ello, los contenidos se asimilan mejor durante el sueño nocturno de 8 horas, pero mejora la capacidad para recibir esa información tras una siesta corta.

¿Es recomendable una siesta para todas las edades? 

A todos nos sienta bien la siesta, tanto a niños como a adultos. 

Sin embargo, especialmente importante es la siesta para el desarrollo físico y psicológicos de los niños . Les ayuda a disminuir su nivel de irritabilidad durante la tarde al estar más descansado y ayuda a una mayor producción neuronal. Además, los ciclos de la fase del sueño son más rápidos en los niños, por lo que pueden alanzar la fase REM mucho antes que un adulto, ayudando a consolidar así los contenidos recibidos durante el día a la memoria a largo plazo, favoreciendo su aprendizaje y su desarrollo madurativo.