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Los complejos son muchos y variados: Unos kilos de más, nariz aguileña, o falta de cultura. Pero no se trata tanto del problema, sino de la percepción que se tiene y de cuánto le afecta a la persona que lo padece. No aceptar el aspecto físico o la forma de ser de uno mismo/a, puede impedir llevar una vida normal.

Los complejos afectan especialmente a los jóvenes y adolescentes y se deben a sentimientos de inferioridad e inseguridad. La vida se plantea como una carrera por ser el mejor. Pero la perfección no existe. Nadie puede esperar ser aprobado siempre por lo que hace, ni caerle bien o gustarle a todo el mundo.

Los complejos, que evidentemente no son sólo físicos, no aparecen de la noche a la mañana. Siguen un proceso, pero todos ellos limitan a la persona y le hacen sentirse mal. Pueden empezar a generarse cuando uno se compara con otras personas que considera más válidas o cuando se es muy crítico con uno mismo. También si se basa la valía personal en el físico, o si se piensa que no se estará a la altura de las circunstancias y se descarta de antemano exponerse a determinadas situaciones.

La mayoría de las veces tiene que ver con con dos cosas:

  1. Que alguien haya adquirido como propios ciertos valores sociales sobre los que se podría reflexionar porque suelen ser excesivos. Por ejemplo: mujeres guapísimas, que además son profesionales muy competentes y madres perfectas. Es decir, la idea que se tiene en relación con los modelos sociales al uso.
  2. El autoconcepto o modelo ideal que uno tiene de sí mismo. En relación a él, se habla de complejos de inferioridad o superioridad, físicos, en relación con las habilidades o con las características de personalidad.

Cómo reconocer los complejos

  • Autoestima baja
  • Tienen miedo a ser rechazados
  • Pensamientos negativos en relación a lo que les acompleja y a su valía como personas
  • No saben cómo hacer frente a las críticas
  • Padecen de retraimiento social con el fin de evitar situaciones a las que no pueden hacer frente
  • Piensan que deben ser perfectos, de ahí su excesiva autocrítica
  • Sufren de sentimientos de inferioridad, tristeza y miedo

Cómo superar los complejos

  •  Haga un listado de todas sus cualidades y aspectos positivos. Poténcielos y aprenda a quererse.
  • Pregunte a sus amigos y familiares qué es lo que les gusta de usted. Seguro que se sorprende.
  • Pregunte a sus amigos y familiares qué es lo que no les gusta de ellos mismos. Comprenderá que quizá a usted sí le gustan esas cualidades. Aplíquelo en su caso.
  • Procure hablar de lo que no le gusta de sí mismo, sin añadirle adjetivos ni etiquetas peyorativas.
  • Enfréntese a las situaciones que evita debido a sus complejos.
  • Describa objetivamente qué le acompleja y por qué. Piense qué puede hacer para resolverlo. Póngase metas concretas semanales.

Para solicitar ayuda psicológica específica para superar tus complejos o dificultades, puedes contactar con nuestro equipo de profesionales pinchando aquí. Te atendemos tanto en consulta presencial como a través de Skype.