659 360 397 / 954 165 259 info@mspsicologos.com
Una ruptura sentimental es una de las crisis vitales que más estrés conlleva tanto para la persona que toma la decisión, como para la persona que es dejada. Con este post queremos ayudarte a afrontar de la mejor manera posible esta situación.
1. Reconocer el hecho evidente:

Esto implica aceptar de manera racional la situación y entender que algo importante y doloroso ha ocurrido en nuestra vida. La respuesta más habitual es negar lo que está pasando, y no querer entender que las cosas han sucedido así.  Por tanto, en este punto, lo más saludable es desahogarnos y compartir nuestro dolor con amigo/as y personas allegadas. De esta forma, nos adaptaremos poco a poco a la situación hasta aceptar nuestra nueva realidad.

2. Reconocer el miedo personal a las consecuencias:

Esto significa analizar las consecuencias que la ruptura tiene para nuestra vida. A partir de ahora, tendremos que aprender a enfrentar la soledad, el temor a no encontrar a nadie igual, temor al “ que dirán ”, los planes se derrumban, comenzar de nuevo, y la abstinencia sexual. A partir de este momento tenemos que ir reconstruyendo nuestro futuro y llenarlo de aquello que queremos en nuestra vida, contando con el apoyo de la gente que nos quiere y nos aprecia.

3. Evitar el pensamiento catastrófico:

Aunque sintamos que nuestro mundo acaba, esto no es cierto. La vida y el mundo continúa y poco a poco irás viendo como te vas encontrando mejor y como te vas sobreponiendo al desamor. Es normal entrar en crisis emocional y sufrir mucho dolor. Pero también es cierto, que todo el sufrimiento que sientes ahora es temporal y que poco a poco pasará y un día, sin saber cómo ni por qué, te verás a ti mismo/a mucho  mejor de lo que esperabas y todo este dolor quedará atrás.

4. Tiempo de analizar:

En medio del caos personal, es necesario encontrar a alguien cercano que nos ayude a normalizar nuestros sentimientos y pensamientos. Esto no implica saturar al que escucha de quejas sobre la pareja. En vez de eso, escuchar otras opiniones y ser receptivo a ellas, tratando de esta manera de encontrar coherencia en la situación.

5. No utilizar la visión de túnel:

Se debe tener extremo cuidado con esta respuesta conductual. En situaciones de crisis, la mente tiende a “catastroficar ”, sumiéndose en pensamientos de túnel que no dejan ver alternativas, ni le dan espacio a la mente para e valuar la situación real.

6. No recurrir a la victimización:

El pobre de mí, es el pensamiento preferido del desdeñado sentimental. Esto viene acompañado de representaciones conductuales de “ depresión ”. Acepta otras formas de entender lo que ha pasado y motívate para seguir adelante. Seguro que vas a superarlo.

7. Usar el enfoque racional emotivo:

Este enfoque nos dice que ante esos eventos debemos entender que: La vida no es justa, no siempre obtenemos
lo que queremos y deseamos, somos seres egoístas por naturaleza, cada persona es diferente, no somos dueños de nadie, la felicidad se vive en fragmentos y no es un estado continuo.

8. Entender que las parejas cambian:

Significa que las relaciones de pareja evolucionan por fases determinadas por la evolución y crecimiento
individual de los miembros. No se puede esperar que el otro se comporte siempre como al principio. La verdad es que cambiamos de acuerdo a las experiencias, y esto es un hecho inevitable. Por tanto, muchas veces las
parejas jóvenes terminan porque los intereses individuales no concuerdan.

9. Asimilar el proceso de duelo:

Si hay ruptura de la pareja, va aparecer el dolor y el sufrimiento. Si no hay solución, mientras más se resista al hecho, más sufrimiento habrá. Si se da la aceptación, el sufrimiento disminuirá y la persona podrá seguir su vida a traspié, en tanto recupera su ritmo normal; y así el ciclo comienza de nuevo.

Si estás atravesando una ruptura y te cuesta aceptar y entender la situación, nuestro equipo de psicólogos puede orientarte durante esta crisis vital. Puedes ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos mediante consultas de psicología por Skype, online o de forma presencial.