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El término de «Inteligencia Emocional» se utiliza cada vez con más frecuencia. Seguramente habrás tenido oportunidad de escucharlo a tu alrededor, en la radio, noticias, programas, o incluso entre conversaciones con amigos, … Pero ¿Sabes a qué se refiere este término? ¿Por qué ahora se escucha tanto y antes no se hablaba de esto? ¿Eres una persona con alta inteligencia emocional? ¿Para qué sirve ser emocionalmente inteligente?

El término «Inteligencia Emocional» empezó a utilizar en 1990, pero empezó a hacerse famoso y a utilizarse con más frecuencia en 1995 gracias a la publicación del best-seller de Daniel Goleman, «Inteligencia Emocional».

La inteligencia emocional sería difícil de explicar en una sola frase o con pocas palabras ya que está compuesta por un conjunto de cualidades que nos ayudan a ser más feliz.

ž¿Alguna vez has estado con personas que destacan por su forma de ser y de relacionarse, aunque no siempre hayan brillado por su inteligencia intelectual? Está demostrado que determinadas cualidades relacionadas con las emociones y con el cuidado de uno mismo y de los demás, son mucho más importantes que poseer una inteligencia desarrollada, una gran capacidad de análisis o un pensamiento lógico.
Ser inteligentes emocionalmente implica por un lado, tener un buen nivel de autoconocimiento. Es decir, ser capaz de reconocer mis virtudes, mis defectos y aceptarme y quererme tal y como soy. También consiste en identificar mis emociones y ser capaz de regularlas para conseguir mis objetivos. Además, implica tener seguridad en uno mismo y un buen nivel de autoestima para afrontar los desafíos con esfuerzo y para automotivarse a pesar de las adversidades. Las personas inteligentes emocionalmente suelen ser optimistas y tiene tolerancia a la frustración.

Por otro lado, la inteligencia emocional también implica tener empatía, lo que supone ser sensibles a las emociones de los demás. Es fundamental relacionarse adecuadamente con las personas de nuestro entorno y tener buenas habilidades sociales para ser inteligente emocionalmente. La principal es la asertividad, que es la habilidad de expresar de forma adecuada, tanto nivel verbal, como no verbal los sentimientos, necesidades y opiniones en función de las circunstancias.
Seguro que has podido identificar muchas de estas cualidades. Probablemente ya poseas muchas de ellas y tal vez al leer estas descripciones se te haya venido a la cabeza a alguien que conoces.
Lo bueno de esto, es que la Inteligencia Emocional está formada por un conjunto de habilidades que si las conocemos y las identificamos, las podemos mejorar y desarrollar con el paso del tiempo.
¿Qué habilidades podrías empezar a desarrollar? 🙂