Siguiendo estos 15 pasos tendrás un mejor control de tu vida y te sentirás más feliz.
- Conócete a ti mismo. Hay que vigilar y conocer el funcionamiento de nuestros instintos, de nuestras pasiones. Recuerda la última vez que perdiste el control emocional y te dejaste llevar por la ira o la agresividad. Controlar las emociones implica mejorar la inteligencia emocional.
- Cultiva pensamientos positivos. Analiza la situación y descubre la razón lógica de lo ocurrido. El descontrol emocional puede producirse cuando se piensa de manera irracional o cuando no se piensa. En psicología esto se trabaja mediante la terapia cognitivo-conductual.
- Ejerce tu propia voluntad. Sé asertivo y di aprende a saber decir no, cuando las cosas no sean de tu agrado.
- Mira y analiza las cosas que más te enfadan y piensa en su peor consecuencia. Muchas de ellas son intrascendentes y el descontrol emocional no suele llevar a ninguna consecuencia positiva.
- Ponte como meta llegar a ser una persona serena. Entrénate mentalmente. Visualízate como una persona calmada. Practica el autocontrol
- Practica métodos de relajación que puedan ayudarte durante el día a día.
- Sal de paseo, busca el campo, las montañas, la playa.
- Evita el uso de bebidas alcohólicas. Estimulan o relajan, pero causan hábito y no dejan funcionar tu mente de manera adecuada.
- No culpes a tu sistema nervioso de tu descontrol. Este actúa en función de tus propios pensamientos y emociones. Tampoco culpes a los demás.
- Evita preocuparte demasiado, ya que por más que lo hagas, no podrás cambiar el pasado ni alterar el futuro demasiado. Lo que hay que hacer es actuar más y preocuparse menos. La preocupación excesiva produce enfermedades y nos impide pensar con lucidez.
- Admira a las personas que se conservan tranquilas y serenas. Observa cómo marchan por la vida. Cómo llevan sus problemas con una gran paz.
- No te alteres demasiado; no vas a resolver así ningún contratiempo. Más bien lo que haces es complicar la situación.
- No magnifiques los problemas. Aprende a debatirlos y a racionalizarlos.
- Cuando vengan las situaciones difíciles y nazca la triste sensación de que todo se hunde, mantén viva la llama de la esperanza.
- Nunca te desesperes ante las situaciones difíciles y dolorosas. Vive esperando lo mejor a pesar de que no siempre saldrá todo perfecto. Sé optimista.
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