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El divorcio de los padres afecta a sus hijos en la medida en la que entre ellos haya conflictos y se extienda a la familia. Además la falta de explicación de la situación a los hijos puede generar mayor irritabilidad en los hijos por el cambio de situación. Si este es tu caso, conoce cómo puedes conseguir que tu hijo/a sea feliz.

¿Cómo afecta el divorcio a los niños y adolescentes?

El divorcio de una pareja puede afectar a sus hijos en la medida en la que éstos se vean afectados por los posibles conflictos que repercuta a sus padres. Es decir, cuando los términos del divorcio no son claros, o aunque lo sean uno de los miembros no los comparte y no se cumplen, surgirán nuevos focos de conflictos entre la pareja que pueden afectar directa o indirectamente a los hijos.

¿Pueden ser felices los hijos de padres divorciados?

Los hijos de padres divorciados, en principio, pueden ser igual o más felices que otros. Para eso es necesario que los padres sepan llevarse bien, o al menos que sepan  resolver las situaciones conflictivas con madurez y cordialidad por el bien de sus hijos. Aunque no sea la postura más fácil ni la más cómoda para ellos.

¿El desarrollo psicológico es igual al de un niño con padres no divorciados?

El adecuado desarrollo psicológico de un niňo depende de múltiples factores. Por un lado, se encuentran los estilos educativos de su padres, el nivel de afecto que se le ofrezca, la estimulación de sus competencias, la sensación subjetiva de apoyo que tenga el niño,  la motivación que reciben y la identificación con las figuras paterna y materna entre otros factores. Por tanto, conseguir que a lo largo del desarrollo el niño tenga un buen nivel de autoestima, que sea seguro, que sea autónomo y que en definitiva, sea feliz, depende de la coherencia y la implicación que tengan sus padres en el desarrollo del niño y no tanto de si están o no divorciados.

¿Notan los cambios en las relaciones con otros niños y con otras personas?

Si es cierto, que hay situaciones en las que observamos en consulta cómo los hijos de padres separados muestran mayor nivel de irritabilidad o agresividad que otros a nivel conductual. Pero la diferencia no es significativa cuando analizamos las conductas que tienen los padres con su ex-pareja en presencia o no del niño. Muchos niños han presenciado situaciones conflictivas o discusiones dentro y fuera del hogar, o son intermediarios entre sus padres. Cuando esto ocurre y se repite, los hijos adquieren un rol y una responsabilidad que no les corresponde. Además, si los padres no han sabido comunicarles de manera clara y adaptada a su madurez y nivel de desarrollo los motivos de la separación, les costará más trabajo entender la situación. Por tanto, podrían generar emociones y conductas negativas como irritabilidad, desobediencia, culpabilidad, frustración o tristeza.

¿Qué deben hacer los padres divorciados para que a sus hijos no les afecte la situación?

La clave está en que los hijos aceptarán mejor la situación y les afectará lo menos posible el divorcio, en la medida en la que sus padres acepten también la situación con la mayor naturalidad y tranquilidad posible, sabiendo explicar y resolver las dudas de sus hijos con claridad, adaptándose a la edad de comprensión del niño/a, con honestidad, con normas educativas claras y siendo coherentes en su comportamiento.

Los niňos cuanto más pequeños son, más capacidad tienen para adaptarse a situaciones nuevas siempre que se les aporte un entorno seguro y se les explique con claridad el motivo de los cambios.