En los últimos años numerosos estudios han demostrado que los españoles consumimos un mayor número de psicofármacos de forma creciente, situándonos por encima de otros países europeos, especialmente en fármacos dedicados a reducir trastornos de ansiedad y de depresión. Por primera vez en España los hipnóticos y tranquilizantes son el tercer tipo de drogas más consumidos, sólo superados por el alcohol y el tabaco.
Desde el año 2000, se observa como se dispara de forma creciente el consumo de benzodiacepinas tanto en hombre como en mujeres. El inicio de la crisis, la pérdida de empleo y de oportunidades podría ser factores por los que está aumentando esta tendencia, situándonos incluso por encima de Europa en el consumo de hipnóticos y tranquilizantes.
Observemos las siguientes gráficas obtenidas del documento de la Agencia Española de Medicamentos y productos sanitarios publicado en 2013 titulado “Utilización de medicamentos ansiolíticos e hipnóticos en España durante el período 2000-2012″ y de las Encuestas nacionales de Salud del 2006 y 2011/12 del Instituto Nacional de Estadísticas.
El consumo de estas sustancias está recomendado siempre que sea de forma controlada por un médico y siempre que los beneficios de tomar la sustancia sean mayores a los inconvenientes derivados por su ingesta.
Al consumir cualquier droga,existe una dependencia física, una dependencia psicológica y una tolerancia a la sustancia, lo que implica que necesitamos una mayor cantidad para notar los efectos de la medicación, e incluso a la larga, se necesita aumentar la dosis ya no para sentirse mejor, sino para no manifestar sintomatología adversa o de «rebote».
Debido a esta situación, tanto en Extremadura como en otras Comunidades Autónomas, se está poniendo en marcha un programa para el Buen Uso de los Psicofármacos, impulsando la psicoterapia para reducir o eliminar el consumo de ansiolíticos y benzodiacepinas en la población de manera segura y controlada, ofreciendo otras alternativas de tratamiento psicológico.
En la revista Nacional de Psicología INFOCOP se publicó que este Programa para el Buen Uso de Psicofármacos pretende ofrecer nuevas alternativas de tratamiento, basadas en la psicoterapia y en el tratamiento cognitivo-conductual, para aquellas personas que tienen problemas de ansiedad, estado de ánimo o insomnio. Mediante la psicoterapia, los pacientes pueden adquirir nuevos hábitos y desarrollar sus habilidades personales para hacer frente a su problema, mejorando notablemente su calidad de vida y evitando la dependencia que produce a largo plazo el consumo de benzodiacepinas.